"Paren de fumigarnos" : Los vecinos de Chascomús se organizan en la lucha contra los agrotóxicos
Los miembros de la Asamblea están convencidos de que la Agroecología, la ciencia que busca la aplicación de conceptos y principios ecológicos en los agroecosistemas para lograr una doble sostenibilidad, es una alternativa a las prácticas convencionales de agricultura. Por este motivo, desde octubre de 2018, trabajan en conjunto con un grupo de transición agroecológica. La palabra transición es muy importante porque habla del gris entre lo convencional y la agroecología. No hay fundamentalismo, el objetivo no es cambiar completamente todo de un día para el otro. Se trata de un proceso.
Desde que los vecinos conformaron la Asamblea paren de fumigarnos Chascomús luchan día a día para que se los empiece a respetar y dejen de fumigar donde no corresponde. Si bien hoy en día está vigente la ordenanza N° 5329/2018 y establece una distancia mínima de 200 metros que se debe respetar al fumigar, consideran que esta es insuficiente. Exijen que se reforme la misma y se establezcan 1500 metros como mínimo.
La Asamblea fundamenta su reclamo con una carta de recomendación que le envió el laboratorio INTECH (Instituto tecnológico de Chascomús) al Concejo deliberante de Chascomús, en la que informaban que existen tres papers de investigaciones científicas que relacionan la aparición de enfermedades con la distancia de las fumigaciones. Uno de los tres papers, fue redactado por una científica argentina, la doctora Delia Aiassa en Córdoba. El estudio demostró que hasta los 1500 metros de distancia hay daño genético en niños, que es la población más vulnerable porque tienen menos masa corporal y por este motivo la carga de agrotóxicos en sangre es mayor.
Sobran los estudios en distintos países del mundo, donde está comprobado el daño de los agrotóxicos, ¿qué más se necesita para empezar a priorizar la salud de muchos por sobre el rendimiento económico de unos pocos?
El uso de agrotóxicos en Chascomús es una problemática que, hace años, aqueja a los vecinos de la ciudad. A partir de la preocupación que generó este tema en un ciudadano de Lomas Altas, Sebastián Semino, un grupo de vecinos decidieron conformar la “Asamblea paren de fumigarnos Chascomús”. En un comienzo, se trató de unas pocas personas que compartían sus experiencias y todas concluían en que escuchaban o veían pasar un tractor que estaba fumigando y acto seguido, les generaba irritación en la garganta, sentían sabor y olor a un medicamento que no tomaron, veían gotitas en la tranquera y notaban que las plantas y los arboles que tenían frente al campo estaban muertos.
Tras la tercera reunión, donde asiste un miembro de la “Asamblea paren de fumigarnos Mar del Plata”, los vecinos se plantean que debería haber una ordenanza o proyecto que controle las fumigaciones. De esta manera, deciden ir a la presidencia del consejo de Chascomús a preguntar si existía algún tipo de proyecto que contemple esta problemática. Allí se enteran que había un proyecto presentado en 2016 por el Concejal Alfredo Astesuain.
Así fue como surgió la “Asamblea paren de fumigarnos Chascomús”, un grupo abierto de vecinos autoconvocados, con la finalidad de generar conciencia social y con el objetivo de instalar en la agenda local un tema que pone en juego la salud de muchos. Los miembros de la Asamblea se juntan periódicamente para coordinar acciones que les permitan generar conciencia en la población. También se encargan de investigar la situación de Chascomús, respecto al uso de agrotóxicos, y recibir denuncias de vecinos afectados. Sin embargo, no dejan de lado el aprendizaje y deciden estar constantemente adquiriendo conocimientos y profundizando conceptos que les ayuden a entender cada vez más acerca del uso de agrotóxicos.